Los conflictos son derivados de la competitividad, la intolerancia, la escasa comunicación, la mala expresión de los sentimientos y el autoritarismo. En resolución de conflictos se deben tener presente las siguientes cualidades: la empatía, la cooperación, la comunicación, la tolerancia y la expresión emocional.
Si de algo se pueden caracterizar estas técnicas es por la importancia de la empatía. Gracias a la empatía las personas que intervienen en el conflicto se pueden posicionar en otro papel, obteniendo así la posibilidad de que reflexione y de que dé su brazo a torcer de una forma más rápida y factible.