Las palabras eficaces no sólo explican, sino que también motivan. Hacen pensar y actuar.
↓ Simplicidad
Cuanto más sencilla sea la presentación de una idea mejor se entenderá.
Cuando se trata de conseguir una comunicación efectiva, lo pequeño gana a lo grande, lo corto a lo largo, lo sencillo a lo complejo.
↓ Brevedad
Sé lo más breve posible, no utilices cuatro palabras si puedes utilizar tres.
↓ Credibilidad
Hay que resultar creíble así que mejor no exagerar. Cuando creamos un mensaje debemos ser honestos y transparentes para ganarnos la confianza. El mensaje debe estar dentro de lo que el receptor considera factible y viable.
↓ Coherencia
Muchos mensajes no resultan creíbles o confunden a nuestros oyentes por la manera en que los transmitimos, los movimientos corporales o el tono de voz no son los correctos. Se debe tratar la información de manera lógica vinculando unas ideas con otras y resaltando los hechos objetivos y las opiniones.
↓ Sonoridad
Una cadena de palabras que tiene siempre la misma primera letra, el mismo primer sonido o la misma cadena silábica es siempre más fácil de recordar.
↓ Novedad
Algo realmente nuevo y sorprendente atraerá nuestra atención e interés y motivará nuestra participación.
↓ Sentimiento
Crear un vínculo emocional con el receptor nos ayudará a captar su atención. Para conectar con ellos podemos recurrir al humor, al recuerdo o a la ilusión, pero siempre desde un punto de vista de empatía que logre llegar a sus sentimientos.
↓ Visualización
La visualización es método sumamente eficaz para alcanzar nuestras metas. Crea una imagen con vida, la que cada persona lleve en su corazón y en su mente y conseguirás una buena comunicación.
↓ Pregunta
Una afirmación en forma de pregunta retórica provoca siempre una reacción personal y personaliza siempre la comunicación.
Contexto
Hay que señalar a las personas el porqué y el contexto de lo que se dice para dar valor al mensaje y aumentar su relevancia.