Hoy 19 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Mujer Emprendedora. El origen se remonta al 2014, en el consejo de las Naciones Unidas. Este organismo internacional instauró este día dentro del calendario internacional con la finalidad visibilizar a la mujer, contribuir al empoderamiento femenino en el mundo y acabar con la desigualdad de género.
El objetivo del Día Internacional de la Mujer Emprendedora es el de sensibilizar a la sociedad sobre los obstáculos y las dificultades que existen en el ecosistema empresarial y financiero actual para aquellas mujeres que quieren emprender. Así como contribuir al empoderamiento femenino, acabando con las desigualdades de género aún latentes en el ámbito empresarial. Este tipo de celebraciones permiten visibilizar la capacidad de las mujeres para emprender su propio proyecto, tener un sueño y luchar por él.
Si bien es cierto que nuestra sociedad está cambiando, aún quedan techos de cristal por superar. En España, por cada 10 hombres emprendedores, hay 9 mujeres, frente a la media europea de 6. Se puede decir que aprobamos con nota. Sin embargo, según el Mapa de Emprendimiento 2020 del Spain Startup-South Summit, sólo el 14% de las startups han sido creadas por mujeres. Tradicionalmente las mujeres se han dedicado a sectores de menos intensidad tecnológica. Y es que en las carreras STEM, menos del 30% de estudiantes son mujeres, a pesar de que más mujeres que hombres cursan estudios universitarios. ¿Cuál puede ser el motivo? Probablemente, la falta de referentes y estereotipos femeninos. Visibilizar el talento femenino, especialmente en sectores digitales y tecnológicos, conseguir mayor representación femenina en consejos de administración y promover nuevos modelos de trayectorias profesionales para mujeres que puedan inspirar a las de las generaciones más jóvenes, son algunas de las tareas que aún tenemos pendientes. No en vano, las mujeres ocupan solo el 19,2% de los asientos de los Consejos de Administración de las empresas en España y las mujeres CEO representan solo el 1,3% de estos puestos). Sin embargo, los estudios han demostrado que aumentar la diversidad no solo es conveniente para la cultura de una organización, sino que también conduce a mejores resultados comerciales.
Por otro lado, también las barreras de acceso a financiación dificultan a las mujeres la puesta en marcha de negocios. Distintos estudios indican que las empresas creadas por mujeres reciben menos de la mitad del dinero para financiarse que aquellas fundadas por hombres. A pesar que, las creadas por mujeres generan mayores ingresos.
En definitiva, apostar por la conciliación, la redefinición del perfil emprendedor, los nuevos modelos empresariales y digitales y la educación en la igualdad y cultura emprendedora, son alguna de las claves para que las oportunidades emprendedoras sean igualitarias.
Ójala en algún momento no tengamos que celebrar este día, pero hasta que llegue, seamos capaces de poner en valor el emprendimiento femenino y el esfuerzo de muchas mujeres por saltar barreras y hacer realidad sus sueños, porque emprender no es una cuestión de género, sino de talento.
#DíaInternacionaldelaMujerEmprendedora.